UN CEREAL PODEROSO
Cuando se habla de arroz integral se hace referencia al grano completo, con su cascarita o salvado, la parte más nutritiva. Existen muchas variantes de este cereal, una de ellas es el llamado Yamaní, que conserva las vitaminas y minerales que lo hacen muy completo en cuanto al equilibrio proteico-vitamínico-mineral.
El arroz (del árabe Ar-ruzz) es la semilla de la planta Oryza sativa, un cereal considerado alimento básico en muchas culturas culinarias. El arroz es el 2do. cereal más producido en el mundo, detrás del maíz. Es la fuente del 20% de las calorías consumidas en el mundo. El arroz es un gran productor de energía, a causa de su contenido de almidón o hidratos de carbono: 85 grs de arroz hervido contienen 77 calorías. Su aporte en potasio y su bajo contenido en sodio resultan indicados en los casos de presión arterial. Quienes padecen problemas de colesterol o presentan intolerancia al gluten encuentran en el arroz un alimento excelente para incluir en sus dietas.
Su origen es objeto de controversia entre los investigadores; se discute si fue en China o en India. Pero precisarlo no es decisivo.
Existen cerca de 10.000 variedades de arroz.
Por regla general, cuanto más amilosa (arroz glutinoso) contiene un grano de arroz, más temperatura, agua y tiempo requiere para su cocción.
El arroz contiene muy poca grasa, y por eso es apto para aquellas personas que deben seguir una dieta baja en lípidos.
Posee cantidades útiles de fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc, manganeso, bajo en sodio vitamina B que se encuentra en el germen de arroz y que se pierde cuando el arroz es refinado.
El germen del arroz integral provee de fitina (ácido fético) que remueve las toxinas del organismo.
Y es hipotensor, recomendado para personas con problemas de edemas o insuficiencias cardíacas y renales. Favorece la salud intestinal, estabiliza la concentración de azúcar en la sangre es una buena fuente de vitamina B. Calma el sistema nervioso, y alivia la depresion. Su consumo contribuye notoriamente sobre enfermedades crónicas como carciopatías, hipertensión arterial, diabetes, y preventivo de ciertos tipos de cáncer.
El agua de arroz es beneficiosa para los colicos infantiles y alivia la diarrea.
La mayoría de arroces se ‘pulen’ previamente para liberarlos de la cubierta que los protege (que se convierte en salvado), eliminando aceites y enzimas del arroz. El resultado es un grano de arroz que se mantiene estable durante meses.
En el caso del arroz yamani, según los orientales es el equilibrio perfecto en cuanto a la filosofía del Yin-Yang, por lo que muchas personas confían en este alimento al momento de hacer dietas.
Se ha comprobado que su nivel de acidez-alcalinidad, o PH, es de 7.
En la refinación del cereal, lo que conocemos como arroz blanco, se pierde de la semilla original el 30% de su peso, el 80% de grasas insaturadas que son buenas para el organismo, el 60% de sus sales minerales y, prácticamente, todas sus vitaminas.
El arroz integral conserva estas dos capas externas: la primera, de color dorado, rica en proteínas, sustancias minerales y vitaminas; la otra, el germen.
El arroz integral yamaní es el arroz menos refinado. Su aporte de fibra lo convierte en un elemento imprescindible a la hora de regular el funcionamiento intestinal, reducir los niveles de colesterol y prevenir el cáncer de colon.
Para hervirlo, calcular 1 taza de arroz por 3 tazas de líquido.
Unos los comen solo y otros acompañado con distintos tipos de verduras y hortalizas o cereales. Algunos ayurvédicos, almuerzan y cenan arroz yamaní orgánico casi todos los días, obteniendo resultados excelentes.
En el blog Ángel Gabriel Cabrera hay interesantes consejos acerca de la cocción del arroz yamaní, que él atribuyó a su profesor de guitarra, Uki Tolosa:
> El agua de cocción tiene que ser filtrada. No sirve el agua mineral; y menos la de la canilla.
> Con agua mineral, demora más tiempo, con idéntica proporción; con agua clorada queda “asqueroso”, según él.
> No agregar sal al agua de cocción.
> Olla preferentemente de barro. De lo contrario, enlozada, con la loza sin saltar. Nunca usar aluminio porque es acidificante.
> Una parte de arroz yamaní por 3 de agua filtrada y a temperatura ambiente. Se coloca la cacerola a fuego máximo, destapada, hasta que hierve. Entonces, bajar el fuego al mínimo y tapar el recipiente. A partir de allí, de 45 a 55 minutos, dependiendo del paladar de cada uno.
En la web BienCasero se ofreció una receta estándar de cómo cocinar el arroz yamani:
Es importante lavar los alimentos y cortarlos en trozos parejos para que se cocinen al mismo tiempo. Aderezarlos a gusto con hierbas, sal y pimienta o con una mezcla de salsa de soja, jengibre y ajo, a la usanza oriental. Usar poca cantidad de aceite.
Tiempo de preparación: 15 a 30 minutos.
Tiempo de cocción: menos de 15 min.
Preparación:
– Hervir 1 taza de arroz yamaní con el doble de su volumen de agua, 1 rama de canela, sal y pimienta, unos 20 minutos. Reservar
– Cortar en juliana 1 cebolla, 1 morrón, 1 zucchini y 5 champiñones
– Cocinar los vegetales en el wok, con 3 cucharadas de aceite de oliva
– Incorporarlos en este orden: cebolla, morrones, zucchini, champiñones y, por último, un puñado de brotes de soja), a fuego fuerte, deben quedar al dente
– Agregar el arroz yamaní y condimentar con sal, salsa de soja y pimienta.