El característico caldo de la tarde no faltaba en épocas pasadas en ningún hogar; lo preparaban desde la mañana para servirlo alrededor de las cinco de la tarde cuando la familia se reunía para una comida ligera; una sopa suave y luego un sencillo segundo con las carnes que habían hervido en el mismo caldo durante tantas horas; lo que permitía que ambos platos sean sustanciosos y apetecibles.
Como este caldo se lo puede preparar con diferentes carnes y huesos, preparamos uno (que nos sirva de base) y luego explicaremos las variantes.
Lo preparamos con:
- 4 Litros de agua
- 1 Kg. hueso blanco (preferentemente la rodilla)
- 1 cebolla mediana
- 1 zanahoria
- 1/2 tomate chico
- 1 ramita perejil
- 1/4 locoto
- 1 cuchara sal
Preparacion
- Ponemos en la olla con el agua fría, el hueso blanco cortado en trozos (bien lavado) y las verduras picadas en tiras largas, el perejil y sal; dejamos hervir por varias horas hasta que el caldo quede prácticamente lechoso. Luego colamos este caldo para evitar que queden huesos pequeños y añadimos ya sea arroz, fideo de cualquier variedad, sémola, papas fritas, papas peladas y partidas en dos ó cualquier ingrediente que se pueda tener a mano.
Cocina Tradicional Boliviana
Romero de Velasco, Emilia - Gutentag de Muzevich, Carola
Editorial Amigos del Libro, La Paz. Bolivia. 1988
