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Historia de la Cerveceria Huari

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Cuando aquel hombre, del que nadie recuerda su nombre, ni por qué llegó hasta allí, puso sus pies en el cerro que se alza a las espaldas de Santiago de Huari y sació su sed del manantial que de allí brotaba, tuvo una visión. Mandó una muestra de esa agua a su país, Alemania, y cuando recibió los resultados, ya no tuvo duda: compró la vieja fábrica de refrescos de la población orureña y la convirtió en Cervecería Unión Huari.
De aquella época queda el viejo edificio en el que se realiza la primera parte del proceso de la producción de cerveza: la elaboración del mosto, compuesto por malta, arroz y agua del cerro. Aún se ven los raíles por los que, en otros tiempos, la materia prima llegaba en vagones desde la estación de tren hasta la planta. Ahora, tráileres traen la malta, importada de Argentina, y el arroz, de producción nacional, que se acumulan en seis silos de 140 toneladas de capacidad (cada uno).
Huari está compuesta por un 80% de malta y 20% de arroz que se cuece con el agua de la vertiente. Ésta llega a través de una tubería por la que entra a un tanque, en la planta, y de aquí “va directamente, se puede decir, a la olla”, explica Jorge Fuentes (32), responsable de Calidad. El agua no recibe ningún tipo de tratamiento porque es pura, con un PH perfecto, que otorga a la cerveza Huari su característico sabor, según el gerente Institucional de Cervecería Boliviana Nacional (CBN), Ibo Blazicevic. No se sabe exactamente cuál es su origen: podría venir de los nevados de la cordillera cercana o ser fósil. Jorge afirma que se le hará una prueba de carbono 14 (aunque todavía no hay fecha para ello) porque, en el caso de que sea agua acumulada en el cerro, habría que determinar qué cantidad hay, debido a que es un elemento clave para la fábrica.
Pero no únicamente en el líquido cristalino está el secreto sino también en el proceso de prefermentación que, en Bolivia, sólo realiza Huari, afirma el jefe de Elaboración, Manuel Herrera. “Es la mística que le da a la cerveza y que no se le ha querido quitar porque eso es lo que le gusta a la gente”. Durante dos horas, el mosto y la levadura se mezclan dando lugar a una composición homogénea.
El resto del proceso es el habitual: después del cocimiento, el caldo pasa por una cuba-filtro en la que se separan los sólidos del líquido. Éste va a parar al hervidor a fin de ser esterilizado, paso durante el que se evapora alrededor del 8% del mosto y lo concentra. Por último, antes de pasar a la fermentación, se añade el lúpulo, “que es la sustancia amarga que le da el sabor característico a la cerveza”, explica Manuel.
Pasan 14 horas desde que la malta y el arroz entran a cocimiento hasta que se convierten en mosto que estará fermentando durante 14 días y medio.
En ese tiempo, el personal de laboratorio recoge muestras que son examinadas con minuciosidad para controlar que el proceso transcurra de acuerdo con los parámetros de calidad de la cervecera. Esta exigencia diaria implica que el laboratorio no tiene una hora de cierre y que permanece activo todos los días del año.
De los 21 tanques que posee la planta, 18 se destinan a la fermentación. Una vez que se ha dado este proceso (a una temperatura de 14 grados), se enfría a un grado negativo y comienza el período de maduración, que implica otros cuatro días. Las reacciones químicas que se dan durante este último escalón también aportan parte del sabor final de Huari.
Una vez madura, se filtra de nuevo y se deposita en uno de los tres tanques destinados a la cerveza ya lista para ser embotellada en la sala de envasado.
La planta de Huari tiene una capacidad máxima de 40.000 hectolitros al mes, que se producen entre septiembre y los días de Carnaval (temporada alta). Durante el resto del año, de la fábrica salen entre 25.000 y 30.000 hectolitros al mes, cantidad variable según las necesidades. “Un año par tiene mayor producción de cerveza que un año impar”, revela Manuel Herrera.
Ello se debe a la tradición boliviana de casarse en año par, razón por la que el consumo de cerveza es mayor, considera.
La producción ha ido en aumento desde que Huari dejó de ser consumida únicamente en los ámbitos mineros orureños y potosinos. Hasta 1952, los operarios trabajaban de forma temporal porque “el sueldo era un tanto bajo”, según Segundino Jerónimo (52), miembro del sindicato.
La situación cambió a partir de 1952, cuando se creó el seguro de los trabajadores. El empleo se volvió más estable y, poco a poco, comenzó la ampliación y modernización de las instalaciones. De hecho, cuando Segundino entró a la fábrica, los alemanes estaban instalando los tanques cónicos que los operarios ayudaron a colocar. Él mismo tuvo que trepar hasta lo alto de uno de los recipientes gigantes para desenganchar la grúa. “He subido como mono y he bajado como Tarzán”, recuerda riendo. Junto a otros compañeros sindicalistas, rememora  aquellos años (finales de los 70) como una época de mucho trabajo: estaban en plena remodelación. “Nuestra generación ha hecho toda esta ampliación”, asegura exhibiendo su orgullo. “No había ni silos”, cuenta, y el sistema eléctrico y de ventilación eran muy primarios. Antes de la remodelación, se laboraba día y noche porque la mayoría del trabajo era manual: “había que cambiar las botellas de la cadena, a la envasadora”.
La modernización de Huari
El crecimiento del propio pueblo, así como de la planta, y parte de la Cervecería Boliviana Nacional se debe a la figura de un hombre: Max Fernández. “Él es muy recordado y querido aquí en Huari. De alguna forma ha dado la luz. Antes nosotros como pueblo teníamos sólo horitas”, dice Segundino, refiriéndose a la deficiente electricidad que había entonces, ya que tenían pocos generadores. Porque, según cuentan los trabajadores más antiguos, en sólo seis meses Don Max, como le llaman, consiguió traer la corriente eléctrica hasta este lugar (aunque aún hoy falla, a veces). Además, este personaje histórico adoquinó las calles de Huari, construyó una cancha de fútbol de césped (donde entrenó en alguna ocasión San José, dicen los trabajadores) y abrió las plantas de CBN en Santa Cruz y Oruro.
Atrás quedaron los años en los que las botellas se mandaban en burro hasta la estación, como recuerda Segundino, porque Max Fernández consiguió nuevas máquinas, proceso modernizador que se ralentizó tras el fallecimiento de quien llegó a ser candidato a la presidencia del país. Todos en Huari recuerdan la fecha del estreno: tras la inauguración de la planta Enalbo (Oruro), en noviembre del año 1995. Ese día, como él dispuso, se plantaron decenas de rosales alrededor del muro de la fábrica, que todavía hoy siguen floreciendo cada temporada en su recuerdo.
Si bien muchos en Bolivia consumen cerveza (per cápita, se toma 35 litros al año, según la Cervecería Boliviana Nacional citada por cash24horas.com), algunos la catan. “Pienso que uno nace con el olfato y el gusto”, dice Roxana Canaviri (37), catadora de Huari desde hace una década. Como otros operarios, abandona su puesto alrededor de las 10 de la mañana para ir a probar pequeños sorbos del producto que ya está en el mercado. Mediante este control, se comprueba si la cerveza se mantiene en óptimas condiciones. Los panelistas, como se llaman dentro de la empresa a los catadores, reciben una capacitación para identificar los olores de los 20 componentes que pueden, pero no deben, aparecer en la cerveza. Uno de los más comunes es el de huevo podrido. El personal de laboratorio diluye una cantidad de este componente en un vaso de agua para que los panelistas lo identifiquen. Poco a poco, van reduciendo la cantidad y los elegidos agudizan el olfato.
Roxana tiene tres vasos ante ella. Dos con números y otro sólo con una Huari que cumple los estándares de la marca, el “referente”, explica Roxana. Introduce su clave de usuario en la computadora y abre una ficha en la que viene el número de la primera muestra y el nombre de varios componentes. Toma un poco del referente y, después, de uno de los vasos. Le gusta. La puntúa con un 9. Vuelve a tomar del vaso sin número y prueba la segunda muestra. A ésta le pone un 4 e indica en la ficha que tiene unos índices amargos y ácidos que se alejan del estándar.
Para terminar, les han servido unos platos con maní, papas fritas y caramelos. Porque Roxana, como los otros catadores, ha venido en ayunas y necesita algo en su estómago, además de cerveza.
Nadie sabe a ciencia cierta cuándo se erigió la planta que hoy fabrica cerveza Huari; pero, según datos recopilados por CBN, se cree que ya en el año 1550 los comerciantes que acudían a la Feria de Huari tomaban esta cerveza.
Leyendas y aparecidos
Lo que sí es conocido en la planta es la presencia de duendes y algún fantasma. “En una excavación en este corredor han encontrado esqueletos de chullpas”, cuenta Mario López Mamani, uno de los operarios veteranos. Se refiere al pasillo que queda entre el edificio viejo y la sala donde se recogen las muestras de cerveza en fermentación. Se habla también de la presencia de una mujer, “La Novia” (vestida de boda), que se aparece a los solteros. La leyenda dice que, si el soltero que la ve no se casa transcurrido un mes, muere. Pero sólo la ha visto un guardia.
Quienes se dejan ver, aunque sin mostrar su rostro, son los duendes: pequeños, robustos y con sombrero, coinciden varios de los operarios. Jorge Fuentes asegura haber visto uno la noche en que se fue la energía eléctrica mientras, desde el lago Poopó, llegaba el reflejo de relámpagos. “Hubo alguien parado en el muro que divide la casa del jefe de Ingeniería y la  mía”, en el complejo de la fábrica. Según se cree en Huari, los duendes salen de su mundo por un viejo árbol que hay en un camino, al lado de la planta.
Para proteger la fábrica hay cuatro imágenes del Sagrado Corazón de Jesús, una por sector, más la principal en la casa del personal de alto rango. En noviembre, se realiza una gran fiesta en su honor; antes de empezar el turno, hay quien se para ante la imagen a rezar.
Texto: GEMMA CANDELA

Fotos: ÁNGEL ILLANES


Delicias de sésamo buscan seducir a los bolivianos

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Delicias de sésamo buscan seducir a los bolivianos
Los productos se distribuyen en algunos supermercados y hay planes para su exportación a países vecinos

El sésamo, conocido como ajonjolí en gran parte del mundo, es una semilla de altísimo valor nutritivo, pero cuyo uso y consumo es aún muy escaso en Santa Cruz y en el país en general. Originario de África e India, este vegetal contiene proteína, grasa insaturada (es decir que reduce el colesterol), carbohidratos, hierro, magnesio, zinc, calcio, potasio y fibra, además de antioxidantes y vitaminas B y E.

Pese a estas bondades, en el país su uso apenas se circunscribe a la elaboración de chicha y como complemento de algunos tipos de pan o galletas… hasta ahora.

Un emprendimiento de la empresa Latco International pretende seducir a los consumidores bolivianos con una serie de productos elaborados en base a la sabrosa y saludable semilla, además de algunos con chía.

José Pablo Ferrufino Pérez, ingeniero coordinador del sistema integrado de gestión de Latco, explicó a EL DEBER Rural que básicamente se están presentando tres líneas de productos: Pastas o mantequillas de sésamo –en sus variedades blanca, negra y la gourmet Tahini-, aceites –extravirgen, de sésamo tostado y de chía- y la línea de fraccionado sólido –tostado, natural lavado, descortezado, descortezado tostado y sésamo confitado dulce, además de la chía fraccionada-.

Cada producto pasa por estrictos controles de calidad para garantizar el mejor sabor.

Los usos

Las pastas o mantequillas se incorporan a diferentes platos, especialmente de la cocina china, japonesa y de Oriente Medio. También se pueden consumir directamente con alguna galleta, pan o nacho, a modo de emparedado, o se pueden licuar con agua o jugo para preparar una rica chicha o un nutritivo jugo.

En el caso de los aceites, son ideales para aderezar ensaladas y también se pueden utilizar para cocinar platillos, aunque en este último caso su olor y sabor pronunciados pueden no ser aceptados por algunas personas.

Finalmente, las semillas fraccionadas pueden consumirse al natural, acompañando ensaladas y platillos más elaborados (arroces) o junto a yogures, frutas o jugos, para incrementar sus valores nutritivos

http://www.eldeber.com.bo/EL-DEBER-Rural/edr.php?id=131222182827

Tutorial de Como Despresar un Pollo

Finger Food Banderas Rellenas

Métodos de cocción: Brasear (Bresear)

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Brasear (del francés braiser) define dos métodos de cocción en la RAE, uno es “Asar ciertos alimentos sobre la brasa”, lo que todos definiríamos en un plato con la descripción ‘hecho a la brasa’, y el otro “Guisar un alimento en su propio jugo, a fuego lento”. Esta última definición del braseado tiene un rival en el vocabulario culinario que es breseado, aunque esta palabra no existe en el diccionario español de la Real Academia.

En términos culinarios podemos comprobar que en la mayoría de ocasiones se utiliza el término brasear y bresear indistintamente, seguramente entre los profesionales de los fogones depende de dónde hayan hecho escuela. Pero vamos a ver qué es este método de cocción sobre el que también existen algunas diferencias para los distintos cocineros.

Brasear es una técnica culinaria combinada, generalmente se compone de dos pasos utilizando el método de calor seco y el húmedo. En primer lugar se cocina el alimento, que suele ser en piezas grandes (sean carnes, pescados o verduras,) en una grasa o aceite para dorar la superficie y crear la concentración de los jugos, y se termina la cocción por medio húmedo con la incorporación de líquido, caldo, agua o algún vino o licor en pequeña cantidad (lo que lo diferencia básicamente del guiso o estofado), así como de verduras, las denominadas bresa o mirepoix, que aportarán aromas y sabores. Esta última cocción se realiza a fuego lento y por un tiempo prolongado.

El braseado es ideal para cocinar los cortes más duros, en los que se hace necesaria la rotura de fibras. El resultado es una elaboración muy tierna, sabrosa y con los sabores de los ingredientes bien integrados. Hay muchos platos tradicionales que se realizan mediante esta antigua técnica culinaria francesa.

Se puede brasear en distintos recipientes y medios de calor, aunque parece ser que en origen el braseado se realizaba en una cazuela especial llamada braisiere o daubiere, este recipiente disponía de una tapa cóncava que permitía poner sobre ella una capa de brasas que proporcionaba calor uniforme.

La forma de conseguir esta cocción actualmente es introduciendo la cazuela tapada en el horno, aunque también se hacen braseados o breseados en una cazuela tapada sin necesidad de llevarla al horno. En este punto destacamos que hay cocineros que marcan la diferencia de brasear y bresear porque la segunda definición la realizan sin tapar.

http://www.gastronomiaycia.com/2008/11/07/metodos-de-coccion-brasear/

Sal para Hipertensos

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sal
ingredientes:
1/2 kg de sal light (que contiene 50% de sódio);
– 2 dientes grandes de ajo;
– 8 hojas de sálvia;
– 6 cebollitas verdes;(cebolla de verdeo)
– tomillo a gusto
Lo mejor es triturar todo en un mortero, luego de haberlos picado, o sino usar procesadora.Debe quedar una pasta homogénea, saludable remplazo de la sal para los hipertensos.

Carnes Exóticas

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Norberto E. Petryk, chef, escritor e investigador

Topinambour
Cuando hablamos de carnes exóticas nos referimos generalmente a aquellas que no estamos acostumbrados a consumir habitualmente.

Pero para muchas personas pueden ser de uso común o casi común, y con ello nos referimos a carnes de animales silvestres, salvajes, o en estos últimos tiempos de criaderos especializados: búfalo, antílope, ciervo, jabalí, yacaré (caimán, cocodrilo, lagarto), tortuga, foca, ballena, canguro, pecarí, carpincho, guanaco, llama, avestruz, ñandú, cebra, caballo, serpientes, arañas, gusanos y todo tipo de insectos.

En sí, salvo aspectos culturales, es muy cierto el dicho: “todo bicho que camina va a dar al asador”, no olvidemos los relatos de las cenas romanas y libros del siglo XV en que participaban cisnes, grullas, aves asadas, tordos vivos dentro de la panza de un cerdo asado, lenguas de aves y distintos productos hoy exóticos para nosotros, incluyendo el famoso “garúm” como condimento que hoy sería impensable el utilizarlo.

A principios de año, mientras yo estaba en Viña del Mar, Chile, me llama telefónicamente un destacado periodista argentino para una nota radial al aire (en directo) sobre el consumo de carnes exóticas, y me pregunta en donde nace ese gusto por la carne de avestruz, y mi respuesta fue que yo no consideraba exótica una carne que fue base alimenticia de muchas etnias primitivas de nuestro país que llevaba habitado unos 12.000 años a. C. y que si bien esos pueblos primitivos ya conocieron el caballo salvaje que se extinguió hace miles de años en estas latitudes, ya lo consumían como alimento, pero que al ser introducido nuevamente por los españoles en el siglo XV y reproduciéndose libremente en manadas salvajes se vuelve a convertir en alimento de las etnias primitivas, nada más que esta vez aprendieron a domesticarlo y montarlo; es sabido por muchos relatos que el “indio”, y por analogía el “gaucho”, luego de un largo viaje o combate en lugares en que no estaba provisto de agua, hacía un tajo en la yugular del caballo y bebía la sangre.

El guanaco, llama, avestruz se convierten en carnes exóticas cuando el europeo impone sus gustos culinarios sobre los ya existentes, pero cabe destacar que siguieron siendo consumidos, nada más que en menor escala.

Los Araucanos (nombre dado por los españoles a los Mapuches, de arauca = indomable, guerreros, libres; y mapu = tierra y ches = gentes) al enterarse de la abundancia de carne (ganado cimarrón) en las pampas argentinas cruzan la cordillera de los andes y llegan casi a la Capital porteña, el límite fue el río Salado en la provincia de Buenos Aires, dando en llamarse éste fenómeno “la araucanización de la pampa” y con ello estos aborígenes incorporan a sus gustos alimenticios la carne de caballo (la cual aprecian mucho por el parecido con la del guanaco) y la de vaca.

El guanaco, llama y avestruz fueron conjuntamente con la vizcacha, mulita o peludo el alimento de muchos aborígenes, pero hay que destacar que en algunas etnias del noroeste y norte argentino la llama fue criada para la obtención de lana, siendo llamadas por los españoles “ovejas de la tierra” y sacrificadas casi y pura exclusivamente en rituales religiosos y solo consumidas en esas ocasiones, algunos de estos pueblos sostenían que el consumir carnes rojas avejentaba prematuramente.
Respecto al avestruz ya he publicado con anterioridad una nota sobre ellos.

Paté de jabalí

Ingredientes:

  • 1kg de carne de jabalí
  • 1 L de cerveza negra
  • ½ litro de malta de cerveza
  • 1 cucharada de kümmel
  • 1 cucharada de pimienta de jamaica
  • 1 cucharadita de sal y 1 cucharada de azúcar
  • 100g de tocino (panceta /bacon)
  • 2 echalottes
  • 1 diente de ajo

Procedimiento:

Macerar durante 24 horas la carne dentro de la cerveza y malta con las especies, sal y azúcar. Llevar al fuego dentro de una olla con todo el líquido de la maceración, tocino, echalottes y ajo, debe estar bien cubierta de líquido, si hiciera falta poner un poco de agua. Cocinar a fuego bajo hasta que la carne se pueda desprender en hebras.

Quitar la carne del liquido de cocción, bajar la temperatura y desprender las fibras con las manos deshaciéndola. Mientras seguir reduciendo el líquido de cocción con sus ingredientes, cuando quede bien espeso agregar la carne deshilachada y mezclar muy bien, pasar todo por un mixer o aplastar con un mortero hasta convertirlo en paté (pasta), solo si hiciera falta agregar mantequilla mientras se lo muele, corregir la sal y pimienta. Llevar a la heladera dentro de un molde rectangular y enfriar bien.

Montado del plato:

Servir una porción de unos 50 a 100 gramos de paté acompañado de un mix de hojas verdes con vinagreta de vinagre de cerezas y aceite neutro, “aires de manzanas verdes” (jugo de manzanas con lecticina de soja batido hasta obtener espuma), una reducción de vinagre de vino tinto (30ml) con azúcar mascabo (morena, negra, 60g), y espolvoreado el plato con “gomasio” (sésamo-sal /ajonjolí, que se hace tostando el sésamo, se enfría y se muele con 15% de sal gruesa –gorda-), se decora con flores de capuchina (taco de reina).

Yacaré o caimán asiático-caribeño

Ingredientes:

  • 2 tournedos de cola de yacaré de unos 250 a 300g c/u
  • 250ml de leche de coco
  • 2 cucharadas de aceite de maní
  • 1 ají chile (guindilla / hot pepper)
  • 1 rama de canela
  • 1 trocito de galanga (ka en tailandés)
  • 1 cucharada de jengibre fresco rallado
  • 1 trozo de limoncillo o lemón grace
  • 2 cucharadas de cacahuetes pelados (maniés)
  • ¼ de la cáscara de una mandarina (nectarina) en fina juliana
  • 1 cucharada de semillas de sésamo (ajonjolí)
  • 1 cucharada de semillas de amapolas
  • 2 vainas de cardamomo
  • ¼ cucharadita de cúrcuma
  • 1 cucharadita de semillas de coriandro (cilantro, culantro, curatú)
  • ¼ cucharadita de ajinomoto (glutamato monósodico)

Para la guarnición:

  • 300g de topinambour (alcaucil de Jerusalén)
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 300g de arroz salvaje o silvestre (Zizania aquatica) arroz indio o arroz tuscacora.
  • 50g de castañas de cajú (anacardos)
  • 1 mango no muy maduro
  • sal y pimienta negra recién molida
  • flores frescas de caléndulas para decorar.

Procedimiento:

Colocar en un wok el aceite de maní, agregar la rama de canela, galanga, limoncillo, ají chile, cacahuetes, cáscara de mandarina, semillas de sésamo y amapola junto con el coriandro, dorar un poco revolviendo constantemente e incorporar la carne de yacaré, el jengibre rallado el cardamomo (abierto) y la cúrcuma, revolver un poco e incorporar la leche de coco y el ajnomoto, bajar el fuego y dejar cocer unos 10 a 15 minutos tapado, destapar, aumentar el fuego y terminar de cocinar mientras se reduce la salsa. Corregir la sal. Retirar la carne, sacar la rama de limoncillo, la galanga, canela y el ají (este último si es que no se lo prefiere muy picante) y moler todo el contenido de la salsa con un mixer, minipimer, batidora o mortero.

Para la guarnición:

Cocinar los topinambours con cáscara (hervidos), pelar y hacer un puré con ellos poniendo un poco de sal, una cucharada de mantequilla y pimienta negra recién molida.
Cocer el arroz salvaje al vapor (en vaporera de bambú), derretir 1 cucharada de la mantequilla en un satén, paila o wok y agregar las castañas de cajú partidas groseramente, pelar el mango, desprender la carne del carozo (hueso) y cortar en finas laminas. Dorar en la mantequilla las castañas de cajú e incorporar el mango, agregar un poco de sal y pimienta negra recién molida, terminar agregando allí mismo el arroz y revolver para que adquiera sabor y se mezclen.

Armado o montaje del plato:

Salsear un ángulo del plato con una cucharada abundante de la salsa reducida y molida, colocar sobre ella un tournedos de yacaré, poner a un costado dos o tres quenepas de puré de topinambours y la ensalada de arroz salvaje, decorar con las flores de caléndula.

Topinambour

Parece una papa (patata) achicharrada. Un gourmet hasta podría confundirla con una raíz de jengibre. Aspecto nada virtuoso y color amarronado sin gracia alguna. Es un rizoma exactamente, de origen confuso, absolutamente exquisito. Cómo describir su sabor: quizás diciendo que en algunas partes del mundo se lo llama Alcaucil de Jerusalén. Ensayemos otras aproximaciones. Como una papa de textura más homogénea, con un sutil gusto a avellanas o almendras. Hervido, pero no demasiado con cáscara y devorado sólo con mantequilla y pimienta. O pelado y frito, cual papas, es un manjar.

http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/Chef/carnes%20exoticas.htm

Queso fresco hecho en casa

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queso

Hay muchas recetas en la red invitándonos a seguir la moda del ‘hecho en casa’ con todo tipo de productos frescos, quesos, chacinas, salazones… Adaptándolas a mis posibilidades de espacio y tiempo solo me he aventurado con los requesones y quesos frescos, recetas muy sencillas, sanas, baratas y con resultados más que aceptables. Aquí os relato mi experiencia con el queso que veis en la fotografía.

Para preparar un queso de 350 gr aprox. necesitamos 1,5 litros de leche fresca (la que venden refrigerada en todos los supermercados), el zumo de 1 limón y una cucharadita de sal. Muchas recetas hablan de enriquecer con 1 yogur y  un par de cucharadas de nata. Yo lo he probado y el resultado es mejor, desde luego, más cremoso y compacto, más sabroso en general, pero las calorías también aumentan lo suyo. Puedes usar leche semidesnatada pero el peso del queso resultante disminuye mucho y el sabor también. Con la desnatada no he probado pero imagino que no merece la pena.

Para empezar ponemos la leche al fuego hasta que vemos que va a empezar a hervir. Si tienes un termómetro es a los 80º más o menos. Antes de que hierva retiramos del fuego y en ese momento incorporamos el zumo de limón y, en mi caso, un yogur natural sin azúcar. Removemos para integrarlo todo un par de vueltas y dejamos reposar 15 min. mientras vemos como la leche se corta y se forman grumos.

Ponemos un colador grande sobre una cazuela, y sobre el colador ponemos un trapo fino. Colamos la leche cortada para obtener el residuo sólido. Removemos con un tenedor para integrarlo todo y añadimos la sal.

Cerramos el paño y lo apretamos bien para que suelte el líquido que tenga. Ponemos una pinza de la ropa y dejamos reposar así una hora para que drene todo el líquido.

Después ya puedes abrirlo y poner en un molde o un tupper de tamaño adecuado, bien prensado y con un peso encima para que compacte bien. Yo suelo usar una lata del tamaño adecuado. Después de 3 ó 4 horas en la nevera lo puedes consumir. En la foto superior lleva un golpe de pimienta, orégano y aceite de oliva. No tardes en consumirlo porque se estropea en un par de días, amarillea y se agria el sabor.

http://www.midivinacocina.es/cocina_aqui/queso-fresco-hecho-en-casa


Chhanqa de gallina

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INGREDIENTES

1 gallina criolla

1 kilo warkhuna, lavar con agua caliente (hueso con nervios)

16 papas peladas

1 cebolla pelada

1 zanahoria pelada

1 tallo de apio

1 taza cebolla verde picada en

tiritas largas

1 taza de habas sin cáscaras

5 litros de agua

Sal, a gusto

PREPARACIÓN

Poner en una olla el agua al fuego, cuando empiece a hervir añadir la carne de gallina junto con la cebolla, la zanahoria, el apio y la warkhuna, deberá cocer a que esté a media cocción la gallina, es importante mantener la cantidad del caldo, añadir las papas y la sal. Cuando estén cocidas

retirar la olla del fuego y sacar la warkhuna. Aparte poner al fuego una olla con agua y sal, cuando empiece a hervir añadir las habas y la cebolla verde, hacer cocer por 8

minutos y retirar del fuego.

Servir caliente, decorando con las habas y la cebolla verde acompañada de la

tradicional llajwa.

Esta comida se la cocinaba siempre con gallina criolla, ahora se la puede remplazar por pollo de granja por la facilidad que tiene al cocer, aunque no tiene el mismo sabor.

http://www.opinion.com.bo/ediciones_anteriores/articulo.php?id=2282&a=2013&m=12&d=04&s1=1

Tripitas qhochalas

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INGREDIENTES

3 kilos de tripas de res 1/4 taza de aceite Sal, a gusto Para acompañar: Mote, cantidad necesaria Papa, cantidad necesaria Llajwa, a gusto PREPARACIÓN A Lavar las tripas, volcándolas para extraerles la grasa y la suciedad. A Una vez limpias poner en una olla con bastante agua que las cubra, llevar al fuego, hacer cocer en olla normal durante 4 horas hasta que estén suaves y en olla a presión 1 hora. A Una vez cocidas, escurrir y lavar las tripas en bastante agua para retirar las impurezas de la cocción y posteriormente cortarlas en porciones. A A la hora de servir, calentar la sartén a fuego fuerte con un poco de aceite, freír las tripitas con sal hasta que doren. A Servir con mote, papa y llajwa.  Publicado por MSCD 

Strudel de manzanas.

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El Club de las mujeres.

Este postre es uno de mis preferidos, y aunque parezca contradictorio, nunca me había atrevido a prepararlo, le tenía un poco de respeto, lo veía hasta complicado. Tenía una receta hace tiempo en mi carpeta de proyectos y en el día de hoy me he decido ir a la aventura a ver que resultaba…y el resultado ha  sido fantástico y súper mega rico. Me he ido  a la compra he comprado las manzanas, en un pequeño mercadito que hay en mi pueblo, y la harina panificable en una panadería que hacen un pan riquísimo…esa es otra tarea pendiente, hacer pan de remolacha…..:S..pero bueno eso es harina de otro costal.jajajaja.

En Venezuela hay un pueblo de una Colonia Alemana, que dicho sea de paso es parte de mis raíces. Se llama Colonia Tovar. En fin que en ese pueblo hay una pastelería típica del pueblo, y preparan un Strudel de manzanas…

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Propiedades del Capuli-Aguaymanto

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La mejor fuente de salud -tanto física como emocional- se encuentra en la naturaleza. Sí, en su diversidad de especies vegetales podemos encontrar el mejor remedio para nuestros males. Y dentro del variado catálogo natural destaca un fruto que ha adquirido gran fama mundial por su amplia lista de propiedades medicinales: el aguaymanto.
Oriundo de la sierra peruana, el aguaymanto -cuyo nombre científico es Physalis Peruviana- también es conocido popularmente como capulí, tomatito silvestre, uchuva, uvilla o cereza de los andes, denominaciones que vienen desde tiempos del Imperio Incaico, que es cuando se inicio su producción en el Valle Sagrado de los Incas.
El aguaymanto viene envuelto es un capullo de hojas de color marrón cremoso, por lo que también es considerado un elemento ornamental para ambientar los jardines, terrazas o cocinas.
Sin embargo, su mayor riqueza reside en la abundante concentración de vitaminas A, B y C, así como de hierro, fósforo y carbohidratos que se encuentran en su fruto con la forma y sabor de una pequeña ciruela, aunque de un aroma más penetrante.
Por estas saludables cualidades, el aguaymanto contribuye a un desarrollo de los dientes y los huesos y combate el asma, la sinusitis y otras alergias.
Por su poder antioxidante, alarga el envejecimiento celular, ayuda a cicatrizar las heridas, mejora el sistema inmunológico y previene el cáncer. También protege los tejidos especializados como el de la retina y favorece la condición de las membranas celulares.
Así mismo, este maravilloso fruto aumenta la producción de glóbulos rojos, mejora el desempeño de las funciones cardiovasculares, es desinflamante de articulaciones, baja la cantidad de colesterol y estabiliza el nivel de glucosa en la sangre, por lo cual es un excelente antidiabético.
Por si fuera poco, el aguaymanto es de gran ayuda para calmar los síntomas que aparecen en la menopausia y para hacer que este periodo tan difícil en la vida de la mujer pase lo más pronto posible, gracias a que aumenta la cantidad de estrógenos.
Del mismo modo, constituye un gran remedio contra el estrés, el cansancio (físico y mental) y la depresión, aportando una energía envidiable y necesaria para combatir el aburrimiento -a veces inevitable- de la rutina.

Decoración Mandala de Vegetales

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Puede quedar muy linda como centro en un bufet 0 centro de una mesa grande

Decoración Emplatado de Pasta

Pollos Sofia

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Sofía consume 20 millones de pollos cada año

Además de la producción en sus granjas, recurre a proveedores

VENTA. Clientes en una agencia de la empresa de alimentos.Foto. Fernando Cartagena-archivo

Además de su producción, la Granja Avícola Integral Sofía Ltda, que opera desde 1976, adquiere cada año 20 millones de pollos de productores integrados y externos para elaborar una gama cada vez más diversa de productos alimenticios.

En respuesta a un cuestionario, la empresa detalla que en sus inicios, su principal actividad fue la venta de carne de pollo faenada bajo la marca “Pollo Criollo”.

Desde 1986, la compañía cruceña diversificó su oferta y hoy, además de la cría y faenado de aves y cerdos, administra tres fábricas de alimentos balanceados y plantas de embutidos y congelados, bajo normas de calidad.

Así, indica que el 28 de agosto de 2006 obtuvo las certificaciones de calidad ISO 9001:2000 y BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) y el 25 de noviembre de 2007 la certificación ISO 22000, a la gestión de la inocuidad de los alimentos.

La materia prima que Sofía usa proviene de sus granjas, así como de externos y productores integrados a su sistema, de allí que consume 20 millones de pollos al año de estos proveedores.

Con respecto a la carne de cerdo, la mayoría es adquirida de externos, aunque también posee granjas porcinas. En todo caso, tanto pollos como cerdos se faenan en los respectivos frigoríficos de la empresa.

La carne de res la adquieren de frigoríficos nacionales.

Sofía posee varios productos en diversas categorías de embutidos y fiambres, pero su principal oferta sigue siendo el pollo.

En cuanto a la producción de mercadería con carne de cerdo destacan las bandejas de cortes especiales (chuleta, lomo) y empiezan a ganar espacio en el mercado nacional los alimentos elaborados con carne de res (mortadelas, salchichas, chorizos). Además, la firma está en proceso de lanzar al mercado una nueva línea de productos elaborados con carne de pavo.

Mercado. La mayor demanda de los productos Sofía se encuentra en el eje troncal del territorio nacional. El 70% de sus ventas totales está en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba. Tiene presencia en los nueve departamentos a través de sus agencias regionales.

La Paz destaca como la ciudad con mayor índice de crecimiento de la marca. En el documento enviado a este medio, la avícola expresa que “la gran aceptación del público paceño a los productos Sofía” hace que vean a este mercado como imprescindible y estratégico, por lo que trabajan en pos de mantener su liderazgo.

El crecimiento de Sofía también se expresa en la generación de empleo, actualmente cuenta con un personal permanente de 2.440 personas en el país.

AVICOLA SOFIA LTDA.

Parque Industrial Mz. 7 Casilla 4226
Bolivia, Santa Cruz de la Sierra

Teléfono: (591) (33) 3492800
Telefax: (591) (33) 3476161

La Razón / Édgar Toro

00:00 / 14 de julio de 2013


Sushi de milanesa y postre del albañil: la cocina boliviana sale al mundo

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Canelones rellenos de “falso conejo”, “ranga ranga” de calamares, sushi de silpancho y el Postre del Albañil son parte de la innovadora carta que ofrece en La Paz el restaurante Madame Ulupica.
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Restaurante Madame Ulupica, de la empresa Made in Bolivia. EFE/Martín Alipaz
Restaurante Madame Ulupica, de la empresa Made in Bolivia. EFE/Martín Alipaz

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El restaurante  fusiona la tradición culinaria boliviana con técnicas gastronómicas internacionales.

La idea se gestó hace ocho años, aunque por entonces no existían las condiciones suficientes para encarar un proyecto de estas características, explica en una entrevista con Efe Ilya Fortún, chef de Madame Ulupica y uno de los socios de la empresa Made in Bolivia, que administra el restaurante.El buen contexto económico en el país, el cambio de hábitos de consumo y una mejor predisposición del mercado local hacia una iniciativa de este tipo permitieron reflotar la idea en 2012 para, finalmente, abrir el restaurante en mayo pasado en la residencial Zona Sur de La Paz.Fortún indica que Madame Ulupica ha apostado por la cocina fusión y “mestiza”, algo que puede apreciarse incluso en la arquitectura y decoración del local, que incluye los típicos gaviones de piedra que se ven en las riberas de los ríos y montañas de La Paz.El mismo nombre del lugar ratifica este concepto, al unir la palabra francesa ‘madame’ (señora) con la ulupica, una diminuta baya de color verde considerada como uno de los principales ajíes bolivianos, “la madre de los ajíes”, según Fortún.

El empresario sostiene que el concepto de fusión del restaurante no es el de una comida “tremendamente sofisticada, inalcanzable o cara”, sino que incluye el “mirar atrás, recuperar lo mejor de la gastronomía boliviana y trabajarla artísticamente con lo mejor” de fuera, ya sean ingredientes, texturas, recetas o técnicas.

Madame Ulupica avanza por un camino sin límites para crear sus platos y, en esa línea, una de las ofertas más exitosas del restaurante es el sushi de silpancho, en el que se aplican la técnica de los famosos ‘rolls’ japoneses y la “deconstrucción” del silpancho boliviano, una milanesa de lámina muy fina servida con arroz cocido, patatas fritas, huevo, y tomate y cebolla finamente picados.

Otra de las propuestas apela a la típica ranga ranga boliviana, una especie de estofado picante que normalmente se hace con panza de res o “librillo” cortada en tiras, pero que en esta interpretación ha sido reemplazada por el calamar.

También están los canelones italianos rellenos con el bolivianísimo “falso conejo”, una especie de milanesa de carne de res que se cuece en una salsa de ají colorado, con tomates, cebollas y zanahorias picadas, arvejas y especias.

Y si de tradiciones se trata, nada como un “Postre del Albañil”, creado a partir de la merienda de los constructores bolivianos, cuyo refrigerio consiste en una banana, un vaso de la soda llamada Papaya Salvietti y una marraqueta, el bollo de pan típico de La Paz.

“Ése era el almuerzo típico de un albañil y, a partir de eso, hemos creado un postre que lleva esos tres elementos, presentados de otra manera”, explica Fortún.

En cuanto a las bebidas, el trago “emblemático” del restaurante es el cóctel de tumbo (un fruto andino), singani (el destilado boliviano similar al aguardiente) y huacataya, una hierba andina bastante empleada para sazonar la comida local.

Fortún insiste en que todas estas fusiones se han creado a partir de un profundo respeto y admiración por el “ADN gastronómico” boliviano y las costumbres y la historia del país.

“Queremos comunicar cosas con la cocina, detrás de nuestros platos siempre hay la recuperación de alguna tradición o de algún plato que signifique algo para los bolivianos (…) Un esfuerzo de esta naturaleza está orientado a llevarnos a sentir orgullo y pasión por nuestra comida presentada de otra manera”, agrega.

La recepción a la propuesta de Madame Ulupica ha sido buena no sólo en el caso del público local, sino también de los extranjeros que visitan la ciudad, ya que, según Fortún, ambos grupos han sabido comprender y aceptar su concepto de cocina mestiza.

A su juicio, la gente en Bolivia “está lista para este tipo de comida” y es posible lograr el despegue de la gastronomía del país, como ha sucedido en los últimos años en Perú.

Pero para ello hay que formar una comunidad de gastrónomos que trabaje conjuntamente y con “desprendimiento” para dar identidad al nuevo movimiento gastronómico boliviano, agregó. EFE

Conociendo los Pimientos

Rosas

Sabores que pintan la comida boliviana

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Gracias Gemma, que buena información. Abrazo y hasta pronto

Gemma en Bolivia

La Asociación de Chefs de Bolivia y organizaciones que impulsan la gastronomía recuperaron los productos de la cocina nacional.

Asaí Asaí

Helado de coca, cebiche de tarwi, flan de chuño, mousse de asaí… Estas preparaciones a base de productos típicos de la gastronomía nacional pueden sonar raras, pero son factibles y, ¿por qué no?, pueden servir para rescatar dentro de Bolivia, y dar a conocer al mundo, nuestros ingredientes típicos.

Algunos se están dejando de utilizar; otros, incluso, de vender. Pero son nutritivos, forman parte de nuestra cultura y, además, nos caracterizan y aportan el toque peculiar que diferencia a la gastronomía nacional de otras.

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Menu G77

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39 EL EVENTO SE REALIZARÁ ENTRE EL 14 Y 15 DE JUNIO EN SANTA CRUZ

Salteñas, quinua, llama, trucha y coca, entre los 68 platos que se servirán en la cumbre del G77

Por Abi – Agencia – 10/06/2014


 

 

Las tradicionales salteñas, empanadas en base de carne de vacuno, pollo y hasta puerco, típicas de la cocina andina heredera de la colonia española, figuran, entre otros 68 decorados y coloridos platillos, bocadillos y postres de quinua, trucha, llama y coca -con toque gourmet- que deleitarán los paladares de jefes de Gobierno y de Estado y representantes de 133 países que participarán, entre el 14 y el 15 de junio, en la Cumbre del G77+China que se escenificará en la ciudad boliviana de Santa Cruz, reveló hoy el chef francés responsable del preparado, Gerard Germain.

 

 

Aunque el nombre de la empanada horneada honra la norteña ciudad de Salta, parte de la nación andina antes del Uti Posedetis Iuris de 1810, su tradición está vinculada íntimamente a la gastronomía de los 2 últimos siglos en las ciudades bolivianas de Potosí, Sucre, La Paz, Tarija, Oruro y Cochabamba.

 

 

La empanada, parte de la ingesta diaria de los bolivianos de las 9 regiones del país, no debería pesar, normalmente, más de 250 gramos, aunque las que se ofrecerán a los participantes del G77 + China, no excederán sino un tercio de tal peso.

 

 

Mezcla de carne picada, cebolla, especies, entre otras de origen arábigo, el ají amarillo, un fruto que da en los valles subandinos de Bolivia y también Perú, el jigote de la salteña parece ser la clave de esta comida de “entre horas”, de insuperable sabor que los bolivianos consumen consuetudinariamente, bien en la mañana, después del desayuno o como tal, o en tamaño reducido por la noche.

 

 

La envoltura de harina de maíz de la salteña, en realidad una fina hoja esférica, del tipo de la tortilla mexicana, tocada con agua, sal y manteca, es otro de los secretos mejor atesorados por los “salteñeros” bolivianos. El comercio de esta comida ha levantado fortunas indecibles en el país.

 

 

La salteña, que por el agregado de un componente de colágeno (gelatina de pata) suelta, ya en la cocción, en el horno, un caldillo que acaricia las papilas, suele acompañarse bien con un batido de plátano con leche, con una gaseosa o, por último, con un vaso de hervido o licuado de fruta con agua.

 

 

En inteligible español, el cocinero galo dijo también que en el menú incluye la quinua, el grano de oro, producto estrella de las exportaciones no tradicionales del país y que Morales promociona en el mundo como el producto, que fructifica en los Andes y que salvará a la humanidad de una previsible hambruna, tal como la papa y el maíz que la región exportó a la carenciada Europa después de 1492.

 

 

“Voy a utilizar la quinua, que va a ser dentro de la comida, y voy a hacer un helado de coca, eso lo puedo decir. El resto todavía no lo puedo decir”, dijo durante la presentación preliminar de los manjares al presidente anfitrión de la cumbre, Evo Morales.

 

 

El experto estableció que entre los platos más típicos del departamento de Santa Cruz presentará, en su estilo, un majadito de charque (carne de vacuno deshidrata en base de sal) en forma de tacú (enrrollado en hojas de choclo o elote). Es decir charque tocado con arroz tipo paella española, con una provisión de yuca o mandioca.

 

 

El cocinero galo afincado en Santa Cruz, la ciudad más pujante y poblada en el oriente de Bolivia, pondrá en la mesa de gobernantes, representantes y delegados de los 133 países del G-77, dos tercios de los congregados en la Organización de Naciones Unidas, una variedad de sopas.

 

 

El presidente Morales ha pedido “dentro del almuerzo y de la cena una sopa”, reveló.

 

 

Según Germain, en todos los casos se dará prioridad a los productos alimenticios nacionales, pero la presentación variará para que esté “al más alto nivel” de la cocina internacional.

 

 

“El día del evento (el domingo 15) se verá todo lo preparado, entre las casi 68 platillos y postres que estamos preparando“, concluyó.

 

 

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