.Para chuparse los dedos
Las salteñas son un invento muy ingenioso: son como hornitos de barro en los cuales se calienta un misterio para buenos paladares. Abrirlas es como romper una piñata. Sus paredes de masa especial deben ser finas y duras para que el jigote revele todos sus secretos. Se llaman equívocamente salteñas porque, así como las conocemos, son un invento nacional. Dicen que nacieron en Potosí, pero las salteñas cochabambinas son inconfundibles. En realidad deberían llamarse empanadas bolivianas.
En El Prado.- Orti’s ha ganado varios premios de la Feria de la Salteña y tiene un establecimiento espacioso y soleado en El Prado, casi llegando al monumento a Simón Bolívar.
Las salteñas Los Castores, de mi buen amigo Cristóbal Andrew, son preferidas por los jóvenes. Se sirven en la esquina del Prado y Oruro.
En la calle Colombia.- El Canguro es una vieja tradición. Jorgito Antezana es un viejo amigo que ha conservado el secreto de sus deliciosas salteñas por décadas. Atiende en la calle Colombia entre Baptista y España.
posted by OJODEVIDRIO @ 7:05
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