Somos energía y nos movemos en un entorno donde la energía está siempre presente. Es importante detenernos a evaluar y comprender el alcance de esta energía, de tal manera que nos permita aprovechar su manifestación en todo lo que emprendemos, saber utilizarla adecuadamente, mientras permanece en nosotros, así como integrarla con la que nos rodea.La energía vital o “Chi” es la esencia que nutre nuestra vida y la del Universo. Los conocimientos de la circulación de energía en el cuerpo humano comienzan hace unos cuatro mil años. La medicina china descubrió que la energía circula por canales llamados meridianos que circulan como ríos por todo el cuerpo.Los sabios de la antigüedad consideraban que sólo bastaba la meditación estática y la respiración para regular el cuerpo y la mente. Con posterioridad, los médicos y físicos chinos afirmaron que para aumentar la circulación energética además de meditar había que moverse. Descubrieron que obtener paz mental era tan importante como el moverse, y que movimientos específicos como los realizados en las técnicas de Tai Chi o Chi Kung podían aumentar la energía vital o “Chi ” en determinados órganos. Sus conclusiones al respecto fueron las siguientes: los que se ejercitan adecuadamente enferman con menos frecuencia y retrasan el envejecimiento.Tenemos que saber identificarnos con la energía que nos favorezca en todo lo que hacemos, estar atentos en nuestro comportamiento, en el manejo de las emociones, en la forma en que nos comportamos, además, como gestionar o administrar nuestra energía, de forma que no la malgastemos. A cada movimiento que hacemos la energía está actuando y se mezcla con otros campos energéticos que tenemos que saber controlar, especialmente en cuanto a las emociones y sentimientos que pueden dar paso a un uso negativo de la energía, como también positivo, depende cómo se le maneje, cómo se afronten las pasiones, los deseos, todo aquello que puede perjudicarnos y dar paso a sufrimientos, desgaste, caídas energéticas.Si la circulación de ¨ Chi ¨ no es la adecuada o se encuentra bloqueada se produce un desequilibrio energético, si este desequilibrio no se corrige puede dar lugar con el tiempo a una enfermedad .
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