Es delicioso y versátil a la hora de prepararlo. A la olla o al horno es nutritivo y saludable, siempre y cuando su carne sea magra. Al comprar chancho, no sólo se adquieren sus kilos, sino la esperanza de hallar la prosperidad y el progreso. En algunas casas bolivianas, el menú de la cena del 31 de diciembre ostenta “pavo relleno” o pavo… en un sinfín de preparados. Sin embargo, en otras, no se quiere ni probar la carne de ave. Es que se cree que, al igual que el pollo, el pavo —que también se despluma— hace que durante todo el nuevo año, el dinero falte.
La culpa de esta creencia la tiene la gallina que escarba hacia atrás para comer. El dicho popular reza que “si una persona come ave en Año Nuevo, toda la gestión retrocederá en sus actividades”. Es por eso que muchas amas de casa prefieren cocinar alguna parte del chancho o, mejor aún, el chancho entero, la noche del 31 de diciembre. El cerdo es símbolo de abundancia y progreso, pues tiene la costumbre de empujar con el hocico hacia adelante. Se dice que el que se alimenta de su carne la última noche del año, augura para el siguiente el trabajo y que los
negocios marchen viento en popa. Sea como sea, en el trasfondo de todas estas creencias está el sentimiento de esperanza de que el 2004, esta vez, traiga días mejores a los ya vividos. Lo cierto es que los trozos magros de carne de porcino fresca e ingerirla dos veces a la semana, colaboran a una dieta equilibrada y saludable. Otra de las creencias que rondan sobre los kilos porcinos es que la carne está saturada en grasa (colesterol). Esta percepción es equivocada, porque comparada con la yema de huevo los 250 miligramos de colesterol por unidad o con
la mantequilla (250 mg/100 g). La carne libre de grasa del cerdo posee de 60 a 80 miligramos de colesterol por cada 100 gramos, un nivel menor a la carne de res. También aporta al organismo entre 18 y 20 gramos de proteína por cada 100 gramos. El secreto para obtener los beneficios está en saber escoger la carne. El cochinillo es más tierno y jugoso, pero con menos nutrientes. De todas maneras, cualquier trozo de cerdo ingerido en Año Nuevo, además de exquisito, puede ser la puerta a la buena fortuna como las flores, velas y calzones rojos. Queda probar. http://www.bolivia.com/noticias/AutoNoticias/DetalleNoticia17932.asp |
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