Picante Trimixto
La variada producción en la región influye en su gastronomía que se caracteriza por ofrecer ají y maní en varias de sus preparaciones.
Cucharada a cucharada en la que se saborea el ají, el maíz, el arroz, la papa, el tallarín, el trozo de cerdo, la pieza de pollo, el pedazo de lengua y más, uno queda cautivo, y es que la comida chuquisaqueña atrapa con cada uno de sus platos, variados y diversos, pero eso sí, todos impregnados de un sabor particular que los hacen referentes en el país e incluso el mundo.
Hablar de la gastronomía regional es como viajar, pues siempre se descubre y redescubre una sazón especial, pese a que ya se conozca el plato hasta de memoria, pero eso sí, su identidad permanece intacta y es precisamente debido a que su preparación y sus ingredientes tienen un respaldo de calidad de origen.
Pero ¿qué elementos son los que caracterizan en esencia la cocina chuquisaqueña?
Sin duda el primer ingrediente que salta a la mesa es el ají, casi indispensable en la comida de la región donde la producción de ese producto es uno de sus fuertes, considerándose líder del sector, tanto en el tipo rojo, como en el amarillo.
“Ambos ajíes, tanto el colorado como el amarillo son empleados en nuestros platos desde hace muchísimo tiempo y le dan el sabor característico a nuestra comida”, comenta el chef del restaurante El Huerto, Federico Sánchez, que detalla que si bien el ají también se usa en otras ciudades, a nivel nacional hay una clara preferencia por el ají de Chuquisaca, por su calidad y sabor.
El Departamento es además líder en la producción nacional, ya que, según estimaciones cubre entre el 80 y 90% del mercado, por lo que prácticamente, en Bolivia se cocina con ají chuquisaqueño.
LA SAQRA HORA
En español la “hora mala”, es un término quechua/español usado para expresar la práctica de comer a media mañana, una actividad muy arraigada en Bolivia y también, en Chuquisaca.
En la saqra hora, se come un plato –generalmente– de dimensiones y tipo del que se consumiría durante el almuerzo, es así que varios locales de la ciudad y puestos de comida en todo el Departamento, tienen lista su oferta culinaria desde las 10:00 para satisfacer el antojo y prácticas de la gente.
Pero no sólo el ají caracteriza a la comida chuquisaqueña, ya que además tiene muy marcada la preferencia por la carne de cerdo, con la que se hace el chorizo chuquisaqueño y se prepara el mondongo, dos de los platos más representativos y solicitados en la región, el primero con un denominativo de origen en su mismo nombre por las características del plato y el chorizo mismo, y el segundo con un tradicional ají bastante sazonado y maíz pelado.
Además, para Sánchez y su madre, la propietaria de El Huerto, Rosario Negrón, algo que particulariza la comida del Departamento es el hecho de que “todavía se utiliza bastante menudencia. En Sucre se come bastante, lengua, cola, la ranga (que tiene panza) y otros”, cierra Sánchez.
Una muestra de ello es que además de platos como la ranga o los anticuchos (hechos de corazón), se come bastante la “nogada de lengua”, un plato que Negrón remarca como eminentemente representativo de Chuquisaca.
Sobre la lengua, para ella este elemento se ha convertido en una “delicatesen”, bastante requerida por comensales nacionales y extranjeros, que cuando advierten que hay lengua en el menú, no dudan en pedirla.
LA CHICHA Y EL VINO, DOS INFALIBLES
Cocinar haciendo uso de bebidas alcohólicas es algo muy común en el mundo, debido al sabor y aroma con el que impregnan los alimentos; sin embargo, más allá de ser una herencia de la cocina española o de seguir influencias como la francesa –que usa bebidas en varios platos–, la población chuquisaqueña y la boliviana han incorporado sabores muy propios y originales con el uso de la chicha, el vino e incluso el singani en su gastronomía.
Uno de los platos que reúne estos dos elementos indispensables es el q’oqo de pollo que se prepara con vino y chicha y que su origen, según una investigación de Negrón con Hugo Poppe Entrambasaguas, es netamente sucrense.
EL ORIGEN DEL Q’OQO
Los esposos Argandoña, del emblemático Castillo de La Glorieta, solían tener varios invitados en comidas que organizaban; en una de ellas, sus chefs franceses que trabajaban con personal boliviano, prepararon un pollo al vino, llamado en francés “coq au vin” (que al pronunciar las primeras dos palabras suena como ckocko), pero mientras lo cocinaban –en ese entonces hacer cocer un pollo además demoraba entre seis a ocho horas–, hubo un error y una de sus ayudantes, en lugar de poner una de las damajuanas de vino a las ollas, vació un bidón de chicha.
Furibundo, el chef francés le pone vino, ají amarillo, algo de azúcar e incluso un poco de wacataya (wacatea) para salvar su plato, que finalmente dio origen al ckocko de pollo, un plato jugoso, caldoso que se sirve con tallarín, ciruelas pasas y papa blanca.
¿Cómo trascendió? Pues gracias a la curiosidad de los invitados que degustaron del especial sabor de la comida, preguntaron qué llevaba y comenzaron a replicar el plato que hoy en día, es parte de la tradición culinaria en Sucre.
TUMBO Y CHIRIMOYA
En cuanto a refrescos y postres, Negrón dice que es muy sucrense el jugo de tumbo, una fruta que también está presente en los postres como el helado artesanal.
PICANTE TRIMIXTO
Es un plato de picante de pollo, lengua y cola, tanto el pollo como la cola se preparan con ají colorado, mientras que la lengua con ají amarillo. El plato se sirve con chuño phuti, tallarín y papa blanca.
MONDONGO
Un plato hecho con costillitas de cerdo que son doradas en proceso similar al de hacer chicharrón; en esta comida también se usa un poco de chicha al tiempo de dorar las carnes y se las sirve en una salsa de ají colorado que suele tener más condimentos que otros picantes. La carne se sirve acompañada de maíz pelado (un maíz que resulta de un proceso en el que se usa cal y ceniza) y papa blanca; además, el plato tiene pedazos de cuero de chancho entremezclados con el maíz.
NOGADA
Una de las formas de prepararla consiste en una salsa fina de nueces y ají amarillo. Se muele la nuez y se la hace cocer muy bien hasta un punto en el que se le agrega el ají y posteriormente los pedazos de lengua que se hacen hervir. Se sazona la salsa y se sirve con arroz, chuño phuti y papa blanca. Otra preparación de la salsa y quizás la más popular consite en elaborarla con maní al que se le agrega palillo para que adquiera su llamativo color amarillo.
CHORIZO CHUQUISAQUEÑO
El chorizo chuquisaqueño tiene una preparación especial con bastante condimento, lo que le da el sabor y aroma especiales. La carne del chorizo es además preparada con un poco de vino, coñac y singani. Entre otros elementos que le dan sazón, además, la carne tiene bastante ajo y ají colorado que suman al sabor intenso que tiene. La preparación: se embute en tripa natural de chancho y una vez cocinada se sirve con pan frito y ensalada.
CAZUELA DE MANÍ
Esta sopa tradicional de la región lleva una gran cantidad de verduras picadas finamente, aunque la base de su exquisito sabor es el maní que se debe pelar, moler bien y hacer hervir durante mucho tiempo. El color de la sopa y también su sabor, se debe a que el plato se prepara con palillo. Se puede servir con carne de res o de cordero, en algunos casos, y lleva papa picada.
¿Cuál es el plato característico de Sucre?
MANJARES CHUQUISAQUEÑOS PARA LA BOCA
PARA COMER
Mondongo
Chorizos
Cazuela
Saice
Ranga
Mixto
Q’oqo
Soltero
T’eqo
Sullk’a
Picana
Ch’ajchu
Nogada de lengua, cordero o vaca
Ají de lisas
Phapi lawa
Escabeche de pollo o de patas de cerdo
Salteñas de pollo o res
Empanadas Santa Clara
Qh’ara pecho
Q’utun (Chicharrón sucrense)
Asado borracho
Panza uchu
Costillar de cerdo
Fritanga
K’ellu
PARA BEBER
Chicha de quinua
Chicha de maíz
Aloja de grano
Refresco de tumbo
Refresco de cebada
Refresco de maní
Refresco de lima
Horchata de anchicoco
PARA EL POSTRE
Casatta
Torta de merengue
Helados de chiromoya, tumbo, guayaba
Compota de durazno
Gollorías
Manjar blanco
Compota de cuaresmillos
Poleada
Islitas
Crema de leche
Dulce de higo verde entero
Durazno al jugo
Compota de manzana
Uvas al jugo
Rodajas de piña al almíbar